Es sólo un comienzo
Zhang Run
El renombrado literato mexicano Octavio Paz dijo alguna vez: La amistad borra al tiempo y así nos libera. Estoy a punto de terminar mi misión en México y regresar a mi país. En este momento de despedida, quiero expresar a todos los amigos de todos los ámbitos, desde lo más profundo de mi corazón, mi más sincero agradecimiento por su invaluable apoyo a mi labor y por su contribución al fortalecimiento de la amistad entre China y México.
He trabajado y vivido en México por más de 600 días y noches, acumulando recuerdos inolvidables.En esta tierra, los lazos entre China y México a través de los océanos tienen una historia larga. No puedo dejar de recordar el registro del Museo Nacional de Antropología e Historia sobre la Ruta Marítima de la Seda, que conectó a ambos países hace siglos. En esta tierra, las semillas de la amistad fueron sembradas por generaciones pasadas. Nunca olvidaré la Calzada de Olmos Chinos de Zhou Enlai, plantados al inicio de las relaciones diplomáticas entre nuestras dos naciones. En esta tierra, los jefes de Estado de China y México han trazado caminos hacia el futuro. Me resulta inolvidable el momento en que la Presidenta Claudia Sheinbaum leyó con detenimiento el mensaje de felicitación enviado por el Presidente Xi Jinping, que tuve el honor de presentarle a ella tras conocerse el resultado de la elección. En esta tierra, la Fuerza China ha traído confort y conveniencia a México. Siempre recordaré mi asistencia a la ceremonia de inauguración de la Línea 1 del Metro en la Ciudad de México. En esta tierra, los pandas han conquistado los corazones de los mexicanos. Jamás olvidaré mi participación en la celebración del cumpleaños de los pandas en el Zoológico de Chapultepec, un evento lleno de alegría y significado. En esta tierra, China y México comparten un destino común. Tengo presente el día en que, junto a representantes de empresas chinas, entregamos suministros a las comunidades afectadas por el huracán en México, un acto de solidaridad y apoyo. En esta tierra, la diplomacia al servicio del pueblo es un deber inquebrantable. Conservo con cariño el recuerdo de mi labor como oficial de ventanilla en la sala consular de la Embajada donde tuve la oportunidad de brindar servicios de cerca a mis compatriotas y amigos mexicanos.
Gracias al liderazgo conjunto de los jefes de Estado de China y México, la relación entre ambos países ha mantenido de manera constante su carácter estratégico, complementario y de beneficio mutuo. En la recepción de bienvenida a mi llegada, delineé el rumbo de nuestros esfuerzos bajo el concepto de las 4C: Compartir, Cooperar, Contribuir y Compenetrar. Hoy, me complace observar cómo la cooperación amistosa y mutuamente beneficiosa entre China y México en diversos ámbitos ha florecido y dado frutos abundantes como el árbol de la vida.
En noviembre del año pasado, el Presidente Xi Jinping se reunió con el entonces Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en San Francisco. Este noviembre, el Presidente Xi Jinping se encontró con la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al margen de la Cumbre de Líderes del G20. Durante esta reunión, felicitó nuevamente a la Presidenta por convertirse en la primera mujer en la historia de México en ocupar la presidencia. En tan solo un año, los jefes de Estado de China y México se han reunido en dos ocasiones, fortaleciendo los intercambios en ámbitos como la gobernanza, siempre sobre la base del respeto mutuo. Estos encuentros no solo representan un momento culminante en las relaciones bilaterales, sino también un paso clave para aumentar la confianza mutua, disipar dudas, profundizar la amistad y trazar un rumbo claro hacia el futuro.
El volumen de comercio entre China y México ha superado los cientos de miles de millones de dólares estadounidenses. China se ha consolidado como el segundo socio comercial de México a nivel mundial, mientras que México se ha convertido en el segundo socio comercial de China en América Latina. Las importaciones mexicanas provenientes de China han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la industria manufacturera del país y en el fortalecimiento de la competitividad de su comercio exterior, generando beneficios tangibles para los pueblos de ambas naciones. Por otro lado, la inversión china ha impulsado significativamente el desarrollo de sectores clave en México, como las infraestructuras de transporte, las industrias de transformación y manufactura, la producción de automóviles, las telecomunicaciones, la energía tradicional y las energías limpias. Asimismo, la cooperación en grandes proyectos, como el Tren Maya, ha logrado avances significativos por etapas.
El tequila y el Día de los Muertos gozan de gran popularidad entre el pueblo chino. Al mismo tiempo, el fervor por conocer China y aprender el idioma chino se ha convertido en una tendencia creciente en México. El Festival de Primavera, el Concurso del Zodíaco Chino y otras actividades culturales han atraído a un gran número de mexicanos, mientras que el número de estudiantes del Instituto Confucio de México ha superado las 10 mil personas. Hace pocos días, se celebró la inauguración del séptimo Instituto Confucio en México, establecido en colaboración entre la Universidad de Changzhou y la Universidad de Veracruz. Entre China y México, se han abierto dos rutas aéreas directas, y China ha implementado una política de tránsito sin visado de 144 horas para los ciudadanos mexicanos. Desde este año, el número de turistas chinos que viajan a México ha aumentado un 42.6% en comparación con el año anterior, y la cantidad de visados expedidos por la Embajada de China en México ha incrementado un 72%.
China y México son firmes defensores del multilateralismo y de la democratización de las relaciones internacionales, comprometiéndose a decir la verdad y hacer lo correcto. China respalda la justa posición de México en la defensa de su independencia y en la oposición a la injerencia extranjera. En septiembre de este año, México se unió al Grupo de Amigos de la Paz sobre la crisis de Ucrania, creado por China, Brasil y otros países en las Naciones Unidas, con el objetivo de unir esfuerzos para aliviar la crisis en Ucrania. México también apoya de manera firme la cooperación global entre China y América Latina y el Caribe, así como la construcción del Foro China-CELAC. Además, promueve activamente el desarrollo de relaciones entre China y América Latina y el Caribe basadas en la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación, la apertura y el bienestar de los pueblos en la nueva era.
El presidente Xi Jinping ha afirmado que los pueblos de China y México siempre serán buenos amigos que confíen el uno en el otro y buenos socios que compartan la prosperidad. Tanto China como México son miembros clave del Sur Global y economías emergentes importantes, y no existe límite para el desarrollo de las relaciones entre ambos países. De cara al futuro, estoy convencido de que las condiciones para el desarrollo de las relaciones China-México son más favorables que nunca. Estoy seguro de que ninguna fuerza podrá detener la voluntad de los pueblos chino y mexicano de avanzar juntos. Esto es sólo un comienzo, ésto es sólo un comienzo de lo que nos espera: un futuro todavía más brillante y más fructífero para las relaciones entre China y México.
Situados en un nuevo punto de partida histórico, debemos consolidar la confianza mutua estratégica, implementar el importante consenso alcanzado en la reunión entre el Presidente Xi Jinping y la Presidenta Claudia Sheinbaum, y planificar la cooperación integral entre ambas partes en la nueva era con una visión más amplia. Es fundamental que sigamos firmemente el principio de beneficio mutuo y ganancias compartidas, promoviendo la construcción de alta calidad de la Franja y la Ruta, en sintonía con la estrategia de desarrollo de México, para beneficiar de manera más efectiva a ambos pueblos. Debemos fomentar el entendimiento mutuo entre nuestras civilizaciones, explorar los puntos en común entre nuestras dos antiguas culturas y promover la afinidad y el entendimiento entre los pueblos de China y México. Asimismo, debemos fortalecer la cooperación multilateral, demostrando la fuerza de China y México en la defensa de la justicia internacional, y unir nuestras manos para construir una comunidad de un futuro compartido para la humanidad.
Con las sinceras bendiciones de todos mis amigos, regresaré con mi esposa en un vuelo directo a China. Esté donde esté, mi corazón siempre estará con México. Sigamos siendo partidarios y promotores de la amistad sino-mexicana, y hagamos todo lo posible por contribuir al desarrollo de las relaciones bilaterales, escribiendo juntos un nuevo capítulo de amistad y cooperación entre China y México.