La Palabra y El Hombre 68 celebra a la Orteuv
Irma Villa
En 1984, las diversas compañías dedicadas al teatro que convivían en la Universidad Veracruzana (UV) decidieron integrarse en una sola entidad, y fundaron la Organización Teatral de la Universidad Veracruzana (Orteuv), que a sus 70 años es una de las más representativas del país, con reconocimiento nacional e internacional; en esta significativa fecha, la revista La Palabra y El Hombre le rinde un homenaje, con el objetivo de mostrar a quienes fueron los pilares de esta organización, cuya misión es crear, promover y difundir la cultura teatral a través de sus más diversas formas.
En la Editorial del número 68, correspondiente a abril-junio de este 2024, Nidia Vincent y Luis Mario Moncada detallan cómo se pensó que la más emblemática de las revistas universitarias dedicara una edición especial al setenta aniversario de la Orteuv; destacan el contenido de los artículos y dan pormenores de las imágenes que los conforman.
El primero de estos es Tiempo alterno (Pensar al espectador) de quien retomo su paráfrasis sobre Nietzsche: “…el arte nos aporta una afirmación de la vida que nos permite seguir amándola”, una reflexión sobre el por qué hacer teatro y su vínculo con el espectador.
Por su lado, Jorge Dubatti (JD) y Luis Mario Monda (LMM) recapitulan en la necesidad de sostener al teatro como vínculo con la sociedad, y la urgencia de no centralizarlo, es decir, de sacarlo a las provincias. Por ejemplo, dice LMM, la Orteuv se asienta en Xalapa y por ello en las regiones, donde la UV tiene presencia, cuestionaron el centralismo existente, lo que llevó a la universidad a generar eventos como el Festival de Teatro Universitario, el cual se ha convertido en una de las “experiencias más increíbles que hay, porque no solo es un proceso formativo, en términos de una actividad artística para estudiantes de muchas otras disciplinas (que pueden ser desde ciencias hasta humanidades), sino que además es un espacio de encuentro de muchos de estos jóvenes de las distintas regiones”.
Enseguida se puede leer a Francisco Beverido. Su artículo es un viaje por los espacios que funcionaron como teatros en la Xalapa decimonónica y especialmente en la del siglo XX: El Teatro Caúz (Teatro Lerdo, Cine-teatro Lerdo); El teatro Minerva; El Salón Victoria, y El Teatro Hidalgo.
Mario Muñoz también se sumó a este reconocimiento y aportó sus memorias sobre la relación que siempre ha tenido con el arte de la representación escénica.
Con el tema Formación y creación: Facultad de Teatro UV, Elka Fediuk da su versión del desarrollo de esta importante entidad académica, formadora de destacadas figuras del escenario y del ámbito educativo y de la investigación teatral.
Un texto emotivo es el de Roberto Benítez Contreras en el que habla de cómo fue que encontró su vocación. Se detiene en esos elementos que eran imperativos en la educación que debían recibir los niños, adolescentes y jóvenes de la clase media xalapeña: ser buen hijo, es decir, obediente, sacar buenas calificaciones para poder disfrutar de pequeños privilegios, como el ir al cine, ver televisión, o jugar futbol, etc., pero… para fortuna de este ahora académico de la Facultad de Teatro de la UV, también tuvo acercamiento con las puestas en escenas de La Caja y de la Sala Chica del Teatro del Estado, que le llevó a abandonar la Facultad de Arquitectura y continuar con sus estudios de teatro.
Y así, entre recuerdos y narraciones de quienes son reconocidos por sus contribuciones a la querida Organización Teatral de la Universidad Veracruzana, continúan los otros textos de esta edición de colección.
Esta revista se puede comprar en las oficinas de la Editorial de la Universidad Veracruzana, ubicadas en Nogueira número 7, a un costado del mercado San José. Visite el sitio https://www.uv.mx/editorial/